Taladro (Hylotrupes bajulus)
Plaga sumamente importante en construcciones de madera. Su presencia suele hacerse evidente por la presencia de aserrín, orificios ováles en tirantes o vigas, además del ruido característico que ocasiona al alimentarse de la madera.
El Bicho Taladro, también llamado Hylotrupes Bajulus, pertenece al Orden de los Coleópteros y a la familia Cerambycidae, es un cascarudo de color negro grisáceo, con manchas claras en los élitros (alas) y gran pilosidad en la cara dorsal del tórax.
Las antenas son más cortas que el largo del cuerpo, a diferencia de otros taladros, las antenas cetáceas suelen superar la longitud corporal.
Los adultos, machos y hembras, suelen medir entre 18 y 25 milímetros.
Se reproducen sexualmente, es decir que es necesario que ocurra la cópula entre macho y hembra. La multiplicación se da a través de huevos.
Su metamorfosis es completa y posee estadios de Huevo-Larva-Pupa-Adulto. Cada hembra coloca entre 40 y 50 huevos en toda su vida.
Suele realizar varias oviposiciones en distintos sitios durante cinco días. Eligen grietas y rajaduras de la madera para colocar los huevos. Luego de nueve días de incubación, las larvas emergen del huevo maduro y comienzan a barrenar la madera hacia la zona central, generalmente más blanda. Son larvas, cerambiciformes, poseen una cápsula cefálica bien marcada y el tórax sumamente ensanchado.
No poseen patas (solo seudópodos) y se desplazan en las galerías gracias a los movimientos peristálticos que realizan. Por tratarse de individuos xilófagos (se alimenta de madera), las larvas son las que realizan el daño verdadero. La capacidad que poseen las larvas de digerir la celulosa de la madera se debe a la relación simbiótica que mantienen en su tracto digestivo con un grupo de bacterias.
Al llegar al último estadio larval, realizan un agujero oval en la cara superficial de la madera y antes de formar la pupa (libre o exarata) lo tapan con aserrín facilitando la salida del adulto.
El período de pupa puede alcanzar los veinte días. Los adultos suelen emerger en los meses de temperatura favorable, pudiendo vivir entre diez y quince días. Este taladro suele atacar madera de coníferas, principalmente pinos. Su desarrollo óptimo ocurre en maderas con porcentajes de humedad entre 15 y 28 %.
No obstante puede atacar maderas añosas estacionadas. Lo habitual es que las hembras coloquen sus huevos en la misma madera de la cual han emergido. De ahí, que en altas infestaciones, el deterioro de vigas y tirantes de techo suele ser tan acelerado.
Las principales características para identificar la presencia de este insecto son: caída de aserrín refinado (talco), presencia de orificios ovales superficiales en cabios o columnas (7 a 10 milímetros), sonidos característicos “Crujido”, y finalmente la visualización de adultos emergidos.
