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Mosquitas de interior
(Megaselia scalaris)

Pequeñas moscas de la cocina, bares, restaurantes y sitios relacionados al procesamiento de alimentos. Los estadios juveniles de estos insectos se crían en la materia orgánica que se va depositando en drenajes y cañerías. El éxito de los tratamientos para control de esta plaga se basa en el uso de elementos y productos de limpieza adecuados. 

Esta mosca pertenece a la familia Phoridae del orden Díptera. Son insectos cuyo tamaño puede variar entre 0,5 a 5,5 milímetros, aunque lo habitual es que midan 2,5 mm. En su cabeza poseen un par de ojos compuestos muy prominentes y un aparato bucal chupador en esponja. Esto les permite alimentarse de sustancias muy diversas, ya sean líquidos vegetales, secreciones de heridas, cadáveres y cualquier fuente proteica. El tórax, sumamente prominente, da lugar al nombre de “mosca gibosa o jorobada” para todas aquellas especies pertenecientes a esta familia. El primer par de alas es membranoso, con nervaduras características propias de cada especie, mientras que el segundo par se encuentra adaptado a alterio o balancín. El fémur del tercer par de patas se encuentra lateralmente aplanado. La reproducción es de tipo sexual, siendo necesario que ocurra la cópula entre macho y hembra para que esta última pueda generar huevos fértiles. La multiplicación ocurre a través de la puesta de huevos. Cada hembra posee la capacidad de colocar cerca de 750 huevos en distintas posturas de 50 a 100 cada vez. Estas oviposiciones suelen realizarlas cerca o sobre la fuente de alimento (EJ.: Tubos de drenaje). De cada huevo emergerá una larva, apoda (sin patas), que para alcanzar la madurez atravesara tres instancias larvales. A partir de la madurez de la larva tres desarrollara la pupa y finalmente emergerá el adulto. Este ciclo (de huevo a adulto) puede durar entre 21 a 28 días según la temperatura. Lo habitual, considerando temperaturas superiores a los 21 ° C, es que la incubación del huevo sea 1 día, 5 días requiere el desarrollo de los tres estadios larvales y 15 días el de pupa. La importancia sanitaria relacionada a la presencia de este insecto se basa en la potencialidad que tienen estas especies de transmitir mecánicamente organismos patógenos (virus, bacterias u hongos) al hombre. Su superficie corporal se encuentra cubierta de pelos y sus sitios de cría suelen poseer alta carga de microorganismos. La eficacia de cualquier tratamiento destinado a control de esta mosca se basa en una muy buena inspección inicial. Un vez definido el sitio de cría y visualizadas las formas jóvenes, puede procederse a la eliminación mediante limpieza (soda cáustica). La eliminación del adulto puede efectuarse utilizando equipo adiabático de aplicación y un piretroide en baja concentración.

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