Bicho Torito
El Bicho Torito o Bicho Candado es perjudicial para avena, cebada, maíz, trigo, girasol, lechuga, papa, tomate, alfalfa, sorgos, remolacha, pasturas, gramíneas diversas, tubérculos, pimientos, berenjenas, oleaginosas, frutales, campo natural, césped, entre otras plantas hospedadoras.
Los Bichos Toritos adultos son de hábitos crepusculares o nocturnos, los machos no vuelan por tener los elitros soldados. Cumplen una sola generación anual y los adultos aparecen en la primera semana de enero incrementándose la población hasta alcanzar el máximo tres semanas más tarde; los últimos ejemplares se observan a fines de marzo.
Cuando el macho llega a su madurez, sale a caminar buscando a una hembra para realizar la cópula, la que es bastante prolongada. La hembra sexualmente madura es fecundada en una cámara subterránea, un ensanchamiento de la salida de la galería donde se ha criado, que a veces tapiza con hojas secas y cuya salida está señalada por un montículo de tierra suelta, que oculta la entrada.
Cada hembra vuela buscando un lugar apropiado para la postura y cuando lo halla se entierra hasta una profundidad de 7 a 15 cm.; puede colocar hasta cien huevos en forma individual aunque a corta distancia entre sí, los incuban en un período de 2 a 3 semanas. Las oviposiciones se encuentran desde enero a marzo, en suelos sin roturar y cerca de materia orgánica acumulada; en tierras ricas en humus, donde existan pastos.
Las oviposturas ocupan un extenso período, lo que genera la superposición de estados de desarrollo: en marzo pueden encontrarse adultos, huevos y larvas de primer y segundo estadio. La superposición disminuye hasta que en septiembre y octubre sólo se encuentra larvas de tercer estadio.
Las larvas son de movimientos torpes y arrastran el abdomen al desplazarse. Se mueven verticalmente en el perfil de suelo siguiendo las fluctuaciones de temperatura y humedad del perfil; durante el invierno permanecen en las capas profundas y vuelven a subir en primavera. Las larvas de primer estadio no se mueven de las galerías donde fueron depositados los huevos y se las encuentra agrupadas, entre los 6 a 8 cm. de profundidad, e incluso en la superficie. Durante el segundo estadio se desplazan agrupadas en forma horizontal y vertical, aunque a partir de este estadio cada larva inicia su propia galería de profundidad variable, encontrándolas en los primero 15 cm. del suelo, profundizándose más durante el tercer estadio.
Cuando se acerca la pupación, retornan a la capa de 6 a 8 cm superiores, donde hacen una cámara completamente cerrada para pupar. Son activas durante la noche, huyen de la luz y del calor de día. Los montículos de tierra en la superficie, entre mayo y noviembre corresponden a la abertura de galerías de tercer estadio y son similares a los producidos por Grillo Subterráneo.
Los daños son causados por las larvas (gusanos blancos o isocas) al alimentarse de las semillas en germinación y las raíces. Las heridas abren camino a las infecciones por patógenos. Al principio de su desarrollo se alimentan preferentemente de materia orgánica y luego de raíces, con predilección por las gramíneas.
En trigo pueden llegar a consumir la planta completa y hasta diez plantas durante su etapa de mayor voracidad. Por los cortes o heridas de las raíces la vegetación aparece de menor porte, de caída y amarillenta. Al desaparecer la pastura, favorece la invasión de malezas en las áreas con suelo descubierto, lo que aumenta la gravedad del ataque.
Con altas poblaciones de gusanos, aparecen en el suelo manchones de apariencia esponjosa y con montículos; la tierra está desagregada, suelta entre pastos y se destaca fácilmente del resto de la superficie. En ataques débiles no es fácil distinguir las zonas infestadas y los montículos de tierra en la superficie, que se confunden con los producidos por grillos. En el césped, los manchones de color terroso se destacan de las zonas no atacadas, completamente verdes. Otro daño colateral es el producido por los zorrinos, al remover la tierra en su búsqueda de larvas y pupas para comer. Los efectos sobre el cultivo son mayores si son acompañados por un largo período de sequía, cuando la planta afectada no tiene oportunidad de recuperarse.
En los sistemas de siembra directa, el daño es menor que en laboreo convencional y las galerías facilitan la infiltración del agua de lluvia e incorporan nutrientes en el perfil. Esta especie es sólo una de las presentes y habitualmente la más dañina en el área núcleo de maíz. Para poder aprovechar los aspectos positivos de la fauna de escarabeidos presentes, es imprescindible identificar las especies.
Bibliografía: Zoología Agrícola Graciela Mareggiani Alicia Pelicano
