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El DDVP es actualmente el producto más usado en Control de Plagas. Entendamos por qué está prohibido.

En 1989 la EPA (Agencia de protección ambiental de EEUU) prohibió el DDVP para control de plagas domiciliarias, en jardines, parques, plazas y paseos al descubrir que genera tumores y daños en el hígado. En Argentina está prohibido desde 2009 pero es el producto usado en el 80% de los servicios de Fumigación y control de plagas en hogares e industria, y el insecticida más vendido del mercado.

El DDVP tiene la poco común propiedad de pasar del estado sólido al gaseoso para luego re-cristalizar en el ambiente y mantener su toxicidad por mucho tiempo. Es altamente tóxico por inhalación, absorción dérmica o ingestión. Cuando se lo inhala suele producir efectos respiratorios que pueden expresarse por ahogo, tos, exceso de fluido bronquial, etc. El contacto puede causar contracciones musculares involuntarias. El daño ocular incluye contracción de las pupilas, visión borrosa, etc. Los efectos tardíos, entre una y doce horas posteriores a la exposición, pueden incluir nauseas, vómitos, dolores abdominales, diarrea, visión borrosa, contracción o dilatación pupilar, confusión mental. En caso de intoxicación severa se verá afectado el sistema nervioso central produciendo incoordinación, baja de reflejos, fatiga, contracciones musculares, temblores y parálisis de las extremidades y en los músculos respiratorios. En casos graves puede provocar defecación involuntaria, psicosis, pérdida del conocimiento, impotencia, convulsiones y coma. Puede causar la muerte por paro cardíaco o respiratorio.

Estos síntomas pueden no expresarse en el momento y llegar a aparecer hasta cuatro semanas posteriores a la exposición. Los daños en la visión, sexuales, de coordinación y metales pueden ser irreversibles si la exposición se repite, volviéndose crónicas.

El DDVP ha sido declarada cancerígena por la EPA comprobándose en ratas de laboratorio un incremento significativo de leucemia y tumores benignos en el páncreas y las glándulas mamarias.

Ha sido declarado especialmente tóxico para niños.

Es un destructor del sistema nervioso central, ya que inhibe la enzima colinesterasa, requerida para el normal funcionamiento.

Muchas empresas y laboratorios enarbolan la bandera de la salud y la ecología, pero al momento de salir al mercado lo hacen ondeando la bandera pirata, por esto es fundamental que el cliente exija la hoja de seguridad y la habilitación de los productos utilizados en el control de plagas, así como el nombre y matrícula del responsable técnico.

 

Fuente: www.casadeinsecticidas.com.ar

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