La Madera y el Hombre

La madera es una de las materias primas originales más utilizadas por el hombre desde la antigüedad y hasta nuestros días. Es un material con muchas virtudes, es renovable, tiene la mayor resistencia por unidad de peso y el menor peso por unidad de resistencia, permite elaborar una interminable cantidad de elementos útiles al ser humano, desde la lanza y el arco, hasta los muebles, pallets, techos y viviendas. El defecto que presenta la madera, es que es susceptible al ataque de agentes biológicos, básicamente hongos e insectos. El tema que nos ocupa es justamente el control de las plagas de la madera de uso doméstico en la actualidad.

Los Problemas de la Madera

La madera en el tiempo no perdura, pero esto no sería así si los vectores que la atacan no estuvieran presentes o si las condiciones ambientales no fueran favorables. Por ejemplo, tenemos maderas en perfectas condiciones con miles de años de antigüedad encontradas en bóvedas de las pirámides de Egipto, debido a que la ausencia de humedad impide que los hongos actúen y al no haber presencia de xilófagos, la madera se mantiene en excelentes condiciones por milenios.

Todas las maderas, incluyendo las más duras, son vulnerables a las plagas y por tal motivo es importante la prevención, los tratamientos previos a la puesta en servicio, y en el caso de detectar un problema, es necesario actuar lo antes posible.

Entre los insectos que atacan la madera cortada, podemos encontrar: isópteros, anóbidos, líctidos y curculiónidos, es decir termitas, carcomas, polillas y taladros. Las maderas multilaminadas fenólicas o ureicas, tienen la ventaja de estar preservadas por la presencia del pegamento

Hongos

La pudrición de la madera es producida exclusivamente por el ataque de hongos. Las maderas que se encuentran debilitadas por acción de hongos son más susceptibles al ataque de insectos.

La madera está compuesta químicamente por dos sustancias, la celulosa y la lignina. La celulosa es de color claro y la lignina oscuro.

Tipos de hongos:

• Hongos que se alimentan de celulosa o podredumbre marrón:
  Estos hogos generan que la madera tenga más proporción de lignina, por lo tanto, la madera se torna de color oscuro, sin estructura ni resistencia, y con forma de cubos.
• Hongos que se alimentan de lignina o podredumbre blanca:
  Estos hongos generan que la madera tenga mayor proporción de celulosa, esto produce un color blanquecino, también sin resistencia ni estructura, con textura filamentosa y escamosa.
• Hongos de la pudrición blanda o pudrición húmeda:
  Estos hongos atacan tanto la celulosa como la lignina, produciendo una masa amorfa, blanda y húmeda. Es el principal problema en el cuello de los postes de madera.

La presencia de estos tipos de hongos está generalizada, sus esporas sobreviven por siglos esperando el momento propicio para desarrollarse, por lo tanto es imposible evitar el inóculo, siempre habrá una espora en alguna partícula de tierra. Es normal que esto ocurra, dado que son seres necesarios para el ciclo de la madera en la naturaleza, pero en nuestro caso, lo que intentamos es romper ese ciclo natural para que la madera que utilizamos se mantenga en servicio la mayor cantidad de tiempo posible.

La aplicación de barnices o películas protectoras impiden el acceso de la humedad, pero no son tratamientos preservadores propiamente dichos. Los tratamientos preservadores de madera son aquellos que llevan un producto fungicida e insecticida en profundidad, llegando a toda la masa de madera.

Insectos

Taladros:

El Hylotrupes Bajulus o Taladro de Pino es el insecto que más preocupa como plaga de la madera en servicio. Es un coleóptero cuya hembra ovipone sobre la madera tanto seca como húmeda y las larvas se alimentan durante años construyendo canales internos en todo tipo de madera de coníferas. Normalmente el período larval dura de 6 a 11 años, tiempo suficiente para generar un gran daño. Son capaces de destruir completamente hasta las vigas de mayor tamaño. Solamente es cuestión de tiempo. La infección va creciendo año a año, dado que en la primavera los adultos que emergen de la madera, reinician su ciclo y nuevamente oviponen en zonas cercanas, atacando también a viviendas vecinas. Se detecta primariamente por el ruido fuerte que hacen por la noche al alimentarse, y los orificios de la salida de las larvas. Montículos de aserrín se verán en el piso que normalmente se libera al salir los adultos, dado que las larvas siempre trabajan internamente manteniendo al menos 1 mm de la superficie para no ser detectadas. Las galerías presentan aserrín fino y están taponadas por desechos en distintos lugares. Son paralelas a la fibra de la madera. Son galerías de sección ovalada y de gran tamaño. Las larvas llegan a medir hasta 5 cm de largo.

Carcomas:

Se presentan galerías con aserrín grueso mezclado con excrementos de las larvas. El ciclo de vida es más corto que los taladros, de 3 a 4 años. Las larvas son más pequeñas, de 3 a 9 mm. La sección de las perforaciones es circular y también paralela a la fibra, de 1 a 4 mm de diámetro.

Polillas:

La polilla más relevante es la Anobium Punctatum. Se observan perforaciones más pequeñas, de 1 a 1.5 mm de diámetro, también circulares, llenas de aserrín fino. Atacan tanto coníferas como latifoliadas. El ciclo de vida de las larvas es de 3 a 4 años y miden 1 mm al nacer hasta 7 mm al llegar al estadio de pupa. Se alimenta exclusivamente de albura.

Prevención

Para evitar problemas a futuro es recomendable utilizar maderas preservadas o con preservación natural, o al menos realizar un tratamiento previo al uso. Las maderas naturalmente preservadas son escasas, con un mercado reducido y a alto costo, más allá de las cuestiones ambientales que refieren a boques nativos.

Los pinos pueden tratarse en autoclave con CCA, siendo ésta una madera de excelentes prestaciones a largo del tiempo. Se inyecta en la madera una solución acuosa de sales que actúan como fungicida e insecticida, y no requieren mantenimiento. Esta madera impregnada en autoclave permite incluso construcciones a la intemperie y ser usada como postes o decks, dado que el producto está ligado a la celulosa y la lignina de manera irreversible.

En el caso de los eucaliptus no es posible realizar impregnación en autoclave dado que el duramen es impenetrable con las presiones normalmente de un autoclave, por lo tanto solamente puede ser impregnado por vacío-presión en su forma de poste y es por ello que se utiliza como postes para tendido de energía y telefonía. Se han realizado trabajos en Australia con altas presiones y se han logrado impregnación del duramen, pero esto por el momento es experimental.

Debemos tener en cuenta que los eucaliptus pese a no ser impregnables en su duramen, no son atacados por el Hylotrupes Bajulus, el Taladro del Pino, que es uno de los problemas más graves que presentan los techos de madera, por lo tanto, en caso de no contar con madera preservada es conveniente elegir eucaliptus para techos y no pino. El riesgo del pino al taladro en Argentina es muy alto.

Los tratamientos preventivos sin autoclave se pueden realizar por inmersión y pincelando abundantemente con productos oleosolubles. Los más efectivos son a base de clorpirifos dado que tienen residualidad, los piretroides adolecen de la falta de residualidad.

Los productos utilizados como preventivos y con aplicación en autoclave por vacío presión, son básicamente sales hidrosolubles a base de cromo, cobre y arsénico, donde el cobre actúa como fungicida, el arsénico como insecticida y el cromo como mordiente para realizar la unión química por puente de hidrógeno con los grupos oxidrilos de la lignina y la celulosa. Estas sales CCA son las únicas hoy inscriptas en Senasa para uso en autoclave. Existen otros tipos de sales menos tóxicas dado que no contienen arsénico que es reemplazado por el boro, y actúa como un efectivo insecticida contra xilófagos.

Curación

Cuando tenemos el problema lo primero que debemos hacer es definir lo que sucede. Frente a las podredumbres ya vimos que eliminando la fuente de humedad se soluciona el problema, siendo necesario el recambio de la pieza en cuestión si ésta ha sido degradada al punto de perder estructura.

En el caso de ataque de insectos, debemos determinar que insecto es el que tenemos. En el caso de polillas normalmente es suficiente un tratamiento superficial pulverizando o pincelando con insecticidas en base oleosa para que penetren en la madera.

En el caso de carcomas y taladros, es necesario trabajar en profundidad dado que superficialmente no es posible controlarlos. Se deben detectar las zonas afectadas y realizar perforaciones pequeñas con mecha de 1.5 mm de diámetro cada 30 cm de distancia. Se aplica luego en cada perforación el producto insecticida por medio de una jeringa u otro sistema de presión.

Anteriormente, en el caso de viviendas seriamente afectadas por taladros, la técnica que nos garantizaba la solución del problema, era de encarpado de toda la vivienda y el tratamiento con fosfuro de aluminio. Sin embargo debemos advertir que si bien era una práctica corriente, hoy está expresamente prohibido el uso como aplicación domisanitaria.

El tratamiento con calor mayor a 56° durante 30 minutos, es también recomendable para otros elementos de madera como muebles, pallets, etc. Se colocan en cámaras especialmente fabricadas para ese fin y garantizan la eliminación total de las plagas.

Esta tecnología que está regulada por la norma internacional NIMF 15 es la que se aplica a todos los embalajes de madera para exportación, pero permite también ser utilizada cuando tenemos algún material de madera infectado, dado que hay numerosos hornos que realizan el servicio.